Javier Collado es, desde enero de 2013, director general de la Fundación Incyde, entidad en la que ocupó la subdirección general entre los años 1999 a 2008.

Licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales, y Doctorado Máster en Administración y Dirección de Empresas (ICADE), cuenta con una amplia experiencia en puestos directivos en empresas e instituciones, así como en la búsqueda, captación y negociación de fondos para la puesta en marcha y ejecución de nuevos proyectos. Ha ostentado entre otros, la presidencia de la Fundación Crea Empresa, la subdirección general de la Escuela de Organización Industrial y la dirección de pymes en esta misma entidad; y la dirección financiera del Grupo Cointra.

¿Cómo definiría usted la innovación?

En mi opinión, la innovación es cualquier cambio que una pyme puede hacer para ubicarse o mejorar su posicionamiento en el mercado. Innovar significa apostar por el futuro y por la adaptación a los cambios que se producen en la sociedad.

¿Qué puede aportar la innovación a las pequeñas y medianas empresas?

Sinceramente, puede aportarle todo, pues innovar no es solamente en utilizar las nuevas tecnologías que nos ofrece el mercado, sino también adaptarse a los cambios que se suceden.

La rápida introducción de novedosas tecnologías está modificando los hábitos de vida y de consumo de nuestra sociedad constantemente. El cambio que se está produciendo en las nuevas generaciones es, probablemente, el mayor que ha habido en la historia. De hecho, se calcula que en la actualidad hay 5.000 millones de objetos en el mundo que están en contacto con 6.000 millones de humanos y en un plazo de veinte años, habrá 50.000 millones de objetos conectados con 7.000 millones de humanos, lo que refleja que estamos aun al inicio de un cambio al que las empresas solamente pueden adaptarse a través de la innovación y la pyme que no apueste por innovar se quedará fuera del mercado en un plazo de veinte años.

La Fundación INCYDE cuenta con una metodología propia para la creación y consolidación de empresas, ¿en qué consiste?

En la Fundación INCYDE disponemos de un Programa de Creación y Consolidación de Empresas, que tiene dos vertientes de trabajo. Por un lado, desarrollar una nueva idea de negocio y, por otro, consolidar una pequeña o mediana empresa.

La metodología se basa fundamentalmente en dos pilares fundamentales: la consultoría individual y activa y las herramientas de gestión. Nuestra metodología de consultoría, cuyo objetivo es crear o consolidar un negocio, está orientada a asesorar, en sesiones individualizadas, tanto al emprendedor que participa en el programa como a las personas implicadas en su iniciativa.

El segundo pilar reside en las herramientas de gestión, que se explican de un modo teórico-práctico en sesiones conjuntas en las que participan todos los emprendedores anotados al Programa, lo que supone una oportunidad para conocerse e intercambiar ideas e incluso, ellos y, en ocasiones, llegan incluso a unirse en un mismo proyecto. Por último, hacemos un seguimiento continuado durante dos años tras la finalización del programa, donde evaluamos los resultados de los negocios.

Además, podemos otorgar ayudas de hasta 5.000 euros para la puesta en marcha de una nueva empresa o para la consolidación de pymes lideradas por jóvenes menores de 30 años, gracias a partidas presupuestarias del Fondo Social Europeo.

¿Cómo puede convertirse una buena idea en un buen negocio?

Para que una buena idea se convierta en un buen negocio, es necesario conjugar tanto la idea como la persona a desarrollarla. Alguien puede tener una idea extraordinaria pero resultar no ser un buen emprendedor o viceversa.

La clave de la innovación en las pymes no reside tanto en el concepto de inventar algo nuevo, sino más bien en recurrir a la transferencia tecnológica mediante la aplicación de conocimientos y tecnologías disponibles en el mercado, adaptadas a una nueva idea. Cualquier idea puede servirse de las tecnologías existentes, pero no cualquier persona está capacitada para hacerlo. Por ello, resulta primordial el papel de la persona de quien surja la iniciativa, que debe tener ese talento en el que se basa un perfil verdaderamente emprendedor. Una vez tengamos un buen emprendedor y una buena idea, pasaremos a la fase de estudio, durante la cual deberemos analizar pormenorizadamente tanto la idea como las áreas del negocio a desarrollar.

¿Considera que el modelo de incubadoras de empresas que están promoviendo por toda la geografía fomenta la innovación abierta?

Sí, en efecto. En la Fundación INCYDE contamos con la mayor red de viveros de Europa, cuestión que nos diferencia del resto de instituciones que se dedican a la creación o consolidación de empresas. En total, disponemos de más de un centenar de edificios en toda la geografía española donde albergamos a nuevos emprendedores.

Las incubadoras de empresas fomentan sin duda alguna la innovación, porque están pensadas como espacios para sensibilizar e informar a las firmas alojadas en todos los aspectos relativos a esta materia. Creemos tanto en su importancia, que ya no solo construimos viveros de servicios o pequeñas naves industriales, si no que actualmente aspiramos a grandes proyectos, como la incubadora aeroespacial de Vigo o las de alta tecnología, que pondremos en marcha próximamente.

Acaba de nombrar un vivero específico del del sector aeroespacial, ¿cuáles son las metas que se ha propuesto alcanzar con esta iniciativa?

El punto de partida de esta incubadora aeroespacial surgió del interés tanto de la Zona Franca como de la Universidad de Vigo, por aprovechar la tecnología aeroespacial que desarrolla la Agencia Espacial Europea (ESA) para aplicarla a las pymes. La puesta en marcha de este proyecto fue posible gracias a un convenio firmado con Escuela de Ingenieros Aeronáuticos de la Universidad Politécnica de Madrid.

La principal razón por la que creímos que era necesaria la creación de un vivero de estas características fue que, pese a que España aporta recursos para investigación a la Agencia Espacial Europea (ESA), hasta ahora nuestras pymes se han aprovechado muy poco de las patentes aeroespaciales, ya sea porque no estaban acostumbradas o bien porque no sabían dónde informarse al respecto. Por ello, hemos querido poner en marcha un espacio específico y especializado, como prueba piloto, para que los emprendedores se puedan iniciar proyectos basándose en investigaciones aeroespaciales y en esta tecnología, que en un futuro próximo se aplicará a objetos cotidianos, como ropa, comunicaciones, smartphones, etc.

¿Los emprendedores que participan en estos viveros consiguen cooperar y colaborar adoptando la innovación de uno a la de otro?

Sí, de hecho, es algo que ya está sucediendo. Los emprendedores están continuamente informándose e interactuando entre ellos. Desde INCYDE tratamos de potenciar todavía más este aspecto mediante la organización de nuestro congreso internacional, al que acuden las cerca de 700 pymes que tenemos albergadas en los viveros de empresas. En estas citas, se concentran durante un día y medio para informarse acerca de todos los aspectos relativos a la innovación, la transferencia tecnológica, etc. Se trata de una gran oportunidad para que los emprendedores se relacionen entre sí, compartiendo ideas y experiencias propias, lo que da lugar, en muchas ocasiones, a intercambios y colaboraciones.

Al próximo Congreso Internacional de Viveros de Empresa, que será el 24 de noviembre en Murcia, acudirán expertos de Israel, México, Brasil, Argentina y otros países europeos, pues consideramos muy interesante intercambiar conocimientos y saber qué se está haciendo fuera de nuestras fronteras en materia de innovación.

Otra iniciativa orientada a potenciar la innovación es la puesta en marcha campus de innovación tecnológica, ¿cuál es su objetivo?

Los Campus de Innovación Tecnológica están inspirados en la metodología estadounidense, con el fin de poder importar, de algún modo, la idea de Silicon Valley a España, para retener y potenciar así el talento que hay en nuestro país.

Estos Campus estarán compuestos por personas con un perfil altamente tecnológico, y lo que pretendemos es que de los cien proyectos que surjan puedan salir adelante siete o diez realmente innovadores, que se conviertan en empresas altamente competitivas aporten un valor añadido a nuestro país a nivel internacional, siguiendo el ejemplo de empresas tan importantes como Google, Twitter o Facebook.

¿Cree que se destinan suficientes recursos, tanto públicos como privados, para fomentar la innovación en el tejido empresarial?

No es tan importante debatir sobre la cantidad de recursos existentes como incidir en la necesidad de cambiar la mentalidad de los emprendedores mediante una labor de concienciación e información orientada a difundir la importancia y ventajas de aplicar la innovación en el seno empresarial. Para ello, disponemos de instituciones como el CSIC o instrumentos como el Fondo Social Europeo o los Fondos FEDER, que nos ayudan en esta labor de divulgación.

Lo que sí debemos reconocer es que dentro de 20 años las pymes y las profesiones no tendrán nada que ver con las actuales, debido al imparable avance de las tecnologías que continuará en los próximos años y modificará el mundo laboral y empresarial tal y como hoy lo conocemos. Para lograr adaptarse al devenir de los cambios, será imprescindible que las empresas, sin importar el tipo o tamaño que sean, pierdan el miedo a innovar, pues todas tienen la capacidad de hacerlo.

Recientemente la Fundación INCYDE ha firmado un acuerdo con el CSIC, ¿cuáles son los objetivos de este convenio?

Este convenio se firma para que cualquier empresa de base científica y tecnológica que el CSIC considere que se pueda crear, pueda ser acogida en la red de viveros de la Fundación INCYDE para mejorar su gestión empresarial. A su vez, el CSIC podrá utilizar los viveros de empresas que tenemos a lo largo de todo el territorio nacional como espacios a través de los cuales podrán explicar y difundir todos los inventos, investigaciones, patentes y resultados tecnológicos de sus investigadores para ponerlos a disposición del interés comercial de las pymes albergadas en estos espacios.

Asimismo, la Fundación pondrá a disposición de aquellos científicos del CSIC interesados en crear una pyme, la información de los Programas de Creación y Consolidación de Empresas y organizaremos jornadas de sensibilización en materia de innovación para que participen con nosotros en las nuevas incubadoras de alta tecnología.

Desde el punto de vista del CSIC, se trata de una gran oportunidad, ya que les permite acceder a miles de pymes y les proporciona un lugar donde poder trabajar, difundiendo la ciencia y la tecnología de la que disponemos en nuestro país. Por nuestra parte, estamos orgullosos de haber llegado a este acuerdo porque es la primera vez que las Cámaras de Comercio firman un convenio con un centro tan prestigioso como es el Consejo Superior de Investigaciones Científicas.